La batablancadeldolor.
Es parte del protocolo, de los términos de la relación.
Lo profesa y practica la medicina de bata blanca, la que se practica en los mega hospitales públicos y en las exclusivas clínicas privadas.
Lo aceptamos.
Cargar al dolor resignados y resignarse al dolor.
Es prioritario todo el proceso administrativo, el cuidado de las formas, completar los formularios, el perfume al que huela el baño, el ambiente decorado.
Dedican mas atención a la pantalla del ordenador que a conocer al paciente que padece.
Nada existiría sin el enfermo, pero es invisible a el sistema.
Es el generador de la riqueza en la ecuación económica del laboratorio multinacional, del centro asistencial y del profesional, pero él se siente en deuda.
Es un ser único e indivisible pero como un puzzle desarmado lo recorren los diferentes especialista.
La batablancaprendida.
Lo inculca y lo mantiene en el tiempo la enseñanza de bata , la que se practica en las humildes aulas de las escuelas publicas y en los colegios privados elitistas y elegantes.
Resignado el niño aprende y desaprende.
Deja de ser él y es parte de una media ,de un estándar.
Construye su imagen por la valoración de otros, sin ser tenido en cuenta en su individualidad victima de todas las frustraciones de un mundo de adultos mediocres e infelices.
Sin él no hay espacio de aprendizaje.Y tantas veces indefenso y frágil se resigna al dolor de sentir que no puede,que no sabe,que no vale, que solo unos pocos son los elegidos.
La bata blanca es lo primero que vemos al salir de nuestra querida madre,
nos acompaña como paisaje de fondo,casi toda la vida
y las mas de las veces es la ultima imagen que nos llevamos de este mundo.
Tal vez si nos la ponemos un ratito nos deje entender todo este contrasentido.
