lunes, 15 de julio de 2013

a las 5 de la tarde...



Yo también recuerdo, tenia 16 años y  fui con mi madre. Era invierno.  Por si tiraban gases lacrimógenos, llevábamos cebolla cruda cortada, escondida en un pañuelo y las manos en   los bolsillos del abrigo. Llegamos solo hasta la Plaza del Entrevero. Todos los negocios vacíos y tapiados, como testigos mudos de lo que iba a suceder. Recuerdo los caballos tirándose sobre la multitud, los cascos repiqueteando sobre el asfalto, los gritos, los tanques, los policías de particular pistola en mano, el miedo, el desconcierto, los tiros, sentirnos como ganado en un encierro.

Dejamos 18 de julio y corrimos con tantos otros por Río Negro hacia San José. La gente buscó refugio en la Galería Comercial, cuando  la policía republicana a caballo los persiguió hasta ahí dentro, era ya muy tarde . Todas las puertas cerradas .... Un muchacho delante nuestro se detuvo ante el bar que estaba antes de llegar a la esquina, levanto la persiana, rompió el vidrio y entramos. Nos sentamos en la barra como clientes indiferentes. Desde ahí pudimos ver como arrastraban por el piso a hombres y mujeres hasta subirlos a" las chanchitas". Mi madre en la corrida perdió un zapato, nos volvimos caminando  muchas cuadras, ella en puntita de pie...

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